El Burnout en Cuidadores Familiares: Un Problema Invisible pero Urgente
Cuidar a un ser querido con alguna enfermedad física o mental es un acto de amor, pero también puede convertirse en una fuente significativa de estrés emocional y físico. Este compromiso constante pone a los cuidadores en riesgo de experimentar Burnout o síndrome de agotamiento, un problema de salud que no debemos subestimar.
El Burnout incluye tres dimensiones: agotamiento
emocional, despersonalización, y sensación de baja realización
personal.
El agotamiento emocional se refiere a la perdida de energía
y entusiasmo y al agotamiento de los recursos emocionales de una persona, esto
quiere decir que el cuidador siente que no tiene suficiente fuerza mental o
emocional para lidiar con situaciones cotidianas. Tareas que antes eran
manejables se vuelven abrumadoras, también puede percibir una desconexión con
los propios sentimientos o una sensación de estar "apagado", como si
ya no hubiera más emociones disponibles para experimentar o expresar.
La despersonalización hace referencia a el
desarrollo de una actitud indiferente, impersonal o cínica, siente haber
perdido la capacidad de empatizar o relacionarse o siente dificultad para
conectar con los demás, y la disminución del sentido de logro personal
es la percepción negativa sobre el trabajo que se realiza o que este es
ineficaz.
Según un estudio realizado en Brasil que evaluó
a 145 cuidadores familiares de pacientes con demencia, el 42.1% de los
participantes reportó niveles elevados de agotamiento emocional. Además, el
38.6% expresó que no cumplían con sus objetivos personales en el cuidado,
mientras que el 22.8% experimentó despersonalización, una desconexión emocional
hacia el rol de cuidador.
El mismo estudio identificó que varios factores
influyen en el desarrollo del agotamiento emocional en cuidadores. Entre los
más significativos se encuentran la relación de parentesco cercana entre el
paciente y el cuidador, la duración prolongada del rol de cuidador, y los
síntomas neuropsiquiátricos del paciente, como delirios y comportamientos
perturbadores. Adicionalmente, se encontró que la depresión en los cuidadores
era un fuerte predictor del agotamiento emocional.
Otro hallazgo relevante fue que muchos
cuidadores no compartían las responsabilidades del cuidado con otros miembros
de la familia. Esta carga no compartida, combinada con la ausencia de
retroalimentación positiva sobre su desempeño, contribuye al agotamiento
emocional. La falta de apoyo social y la percepción de aislamiento agravan aún
más la carga emocional de los cuidadores.
¿Por qué sucede el Burnout?
Cuidar de una persona, con alguna enfermedad física
o mental, particularmente una persona con demencia requiere no solo atender
necesidades físicas, sino también gestionar comportamientos complejos derivados
de la enfermedad, como la agresividad o los delirios. Este proceso puede
generar un desgaste emocional continuo, agravado por el aislamiento social y la
falta de tiempo personal.
El síndrome de burnout no solo afecta la
salud del cuidador, sino también la calidad de la atención que puede brindar.
Investigadores subrayan que este problema tiene un impacto tangible en la salud
física y mental, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas y trastornos emocionales
como ansiedad y depresión.
¿Cómo Prevenir el Burnout?
Para combatir este problema, es fundamental
integrar el bienestar de los cuidadores en el tratamiento de los pacientes con
demencia. Esto incluye:
- Evaluaciones
regulares:
Incorporar chequeos psicológicos para los cuidadores en los planes de
atención multidisciplinarios.
- Apoyo
social y emocional: Crear redes de apoyo, como grupos de ayuda y acceso a terapeutas.
- Tiempo
de respiro:
Proveer espacios para que los cuidadores puedan desconectarse y cuidar de
sí mismos.
Aunque los estudios están enfocados en su mayoría
a cuidadores de familiares con demencia, este es un síndrome que puede afectar
a cualquier persona que ejerza el rol de cuidador.
El burnout no debe ser un precio
inevitable por cuidar a un ser querido. Reconocer y atender las necesidades de
los cuidadores es un paso crucial hacia un sistema de salud más humano y
sostenible.
Comentarios
Publicar un comentario